1. Limitar los movimientos articulares anormales
2. Distribución de presión y amortiguación
Los aparatos ortopédicos deportivos, como aquellos con almohadillas de silicona o diseños de patatas abiertas, proporcionan soporte compresivo que estabiliza el seguimiento rotuliano, reduce la fricción interna dentro de la articulación de la rodilla y disminuye indirectamente la presión localizada sobre el menisco durante la actividad física.
3. Estabilidad mejorada y propiocepción
Los materiales elásticos utilizados en las rodillas pueden proporcionar estimulación de la luz a la piel y los tejidos alrededor de la articulación, mejorando así la propiocepción, la sensación de posición articular del cuerpo. Esta conciencia mejorada ayuda a los usuarios a detectar movimientos anormales antes durante la actividad, permitiendo ajustes oportunos y reduciendo la probabilidad de lesiones.